jueves, abril 27, 2006

Ha sido una semana muy intensa. Tras el traspiés del lunes el artículo que se halla aquí debajo ha dividido a la clase en dos sectores: los que piensan que he hecho bien y los que piensan que soy gilipollas. Yo no soy quién para juzgarme, aunque también creo que se está haciendo notar la típica costumbre española de opinar de lo que no tenemos ni idea. Y yo, ahora mismo, estoy predicando con el ejemplo. ¿Me quita eso crédito? Tanto como el que he tenido siempre: el que se me quiera dar.
Por supuesto, me he equivocado. Y he intentado rectificar lo mejor que he podido. Aún tengo pendientes algunos detalles que aclarar, pero bueno. Lo que no me ha parecido bien es que se me echen en cara todo lo que yo pedía que se me advirtiese. No es justo que yo pida que se me avise si alguien no desea que le mencione, que escriba una pequeña cosa sobre él, no me diga nada, y que me lo eche en cara una vez que lo he retirado por mí mismo. O nos estamos volviendo locos, o a algún ser superior se le ha traspapelado el espacio-tiempo.
Ni mucho menos estoy dispuesto a dejar pasar que se me acuse de cosas que no he hecho. Yo NO he escrito nada en noteobligamosamirar, más que nada porque nunca he tenido ningún percance con la persona objeto de las críticas. Creo, de todos modos, que la inventiva de algunos está pasando a niveles supranormales al desarrollar ciertas historias, cuanto menos, surrealistas.
Lo mismo ocurre con que parte de la clase no es solo lo anteriormente dicho, sino que cree que hacemos "reuniones" para escribir en los diferentes blogs. Yo sólo y exclusivamente escribo en Desde Aguadulce. Caso aparte son, por supuesto, los comentarios.

Por cierto, apoyo totalmente que se sea transparente ante algunas cosas que haya que decir a los alumnos, como ha hecho esta mañana nuestro jefe de estudios. Así sabemos realmente a quién tenemos delante y se disipan las posibilidades de inventar historias que perjudiquen a cualquier afectado, lo que puede ser peor que la agresión de la víctima/reprimenda al agresor. Ha sido una grata sorpresa hoy.

También siento la necesidad de decir que me parece horrible que se cuente por cotilleo quién copia en los exámenes y quién deja de copiarse. Eso es tema del copiador y del profesor. Un buen oportunista como somos muchos en nuestra clase debe aprovechar ese momento de concentración en un punto para sacar beneficio de ello. ¿Quién no se ha quedado repentinamente vizco en mitad de un examen? No pondría mi mano en el fuego por si acaso, pero casi todos los alumnos y casi todos los profesores.

Porque somos personas humanas. Esto ya no es una redundancia, debido al proyecto Gran Simio. Lo veo correcto, e incluso creo que debería extenderse a más especies de animales, casi todas. No sé desde cuando el grado de dignidad de un animal se mide según su desarrollo intelectual.


Así veo las cosas, y así se las he contado.
jose.mandrake@gmail.com

martes, abril 25, 2006

Quizá no me expliqué bien, quizá se interpretó mal. ¿Qué es para mí este blog? No es más que un sencillo espacio donde expreso lo que siento hasta los límites que considero que puedo expresar. Por supuesto, no siempre acertaré con esos límites y reitero que ante cualquier posible ofensa o injuria que se interprete, se me informe por cualquier medio. jose-punto-mandrake-arroba-gmail-punto-com Repito que no es mi intención molestar a nadie.
Siendo ese el sentido de esta página, ¿por qué no escribir sobre papel? Me parece algo bastante triste escribirme cartas a mí mismo. Prefiero, como estoy haciendo ahora, enviarlas a la nada, por si alguien las recoge en el camino.
No sé si tengo que disculparme ni ante quién. Es lo que tiene hablar a base de indirectas.
Por otro lado sé que mi personalidad no siempre está muy definida, o que soy muy moody (no sé cómo traducir esa palabra). A veces hablo menos de lo que debiera, y a veces, como quizá ahora, necesito que alguien me pare los pies.
Aunque para mí, en esta situación incómoda que ni siquiera yo tengo clara, no podré corregirme si ni siquiera estoy seguro de lo que ha pasado. De otro modo, podría evitar que algo así se repita.
Tiempos de incertidumbre, Dios nos asista. Ahora mismo, a las tantas de la noche, solo tengo claro que voy a seguir escribiendo aquí. Un tropiezo no debe hacer que este tinglado se venga abajo.
Dejamos atrás unos críticos inicios, varios personajes de la semana, una revisión, fotos de excursiones, entrevistas, momentos insólitos nunca publicados, etc. Sigamos hacia delante sin mirar atrás, con ansias de superarnos. Dicho de otra forma, corramos un tupido velo.